El especialista en periodismo digital Mark Briggs asegura que “nunca
ha habido un mejor tiempo para ser un periodista” puesto que “nunca ha habido
un período que haya ofrecido tantas formas poderosas para contar historias y
servir a los lectores con información”. “Si usted ama el periodismo, tiene que
amar el tener más herramientas a su disposición y más interacción con su
audiencia y la proximidad de la desaparición de las tradicionales restricciones
de tiempo y espacio”, sentencia.
Internet ha revolucionado el mundo de la comunicación,
abriendo nuevas formas de contar historias que requieren nuevas habilidades por
parte de los periodistas. Es un error pensar que estamos simplemente ante un
nuevo soporte en el que son válidas las tradicionales formas de creación
periodísticas.
Como punto de partida, algunos autores afirman que
escribir para la web es similar a trabajar para una agencia de noticias. Se necesita pensar menos en términos de presentar una historia completa
y más en términos de ofrecer ‘tomas’, afirma el propio Briggs en su libro 'Periodismo 2.0' (descarga PDF). Más allá de este símil, lo que sí es necesario es reestructurar los habituales
textos creados para el papel buscando su adaptación al ambiente digital,
teniendo en cuenta tanto el comportamiento de los usuarios como lo que esperan.
En este sentido, Joao Canavilhas indica en su obra 'Webnoticia' (descarga PDF) que “el lenguaje periodístico está fuertemente condicionado por las
particularidades del medio utilizado, adquiriendo características específicas
en función de las potencialidades del soporte utilizado”. Apoyándose en el
trabajo de Ramón Salaverria,
el profesor portugués hace referencia a las características que ha de cumplir
el lenguaje periodístico digital: hipertextualidad, multimedialidad e
interactividad. Gracias a ellas, afirma, “una noticia web abre la oportunidad
absolutamente única de que cada usuario pueda hacer una lectura personal de la
información disponible, navegando de nodo en nodo de información: a esta
capacidad de fragmentar de forma casi infinita la información en zonas de
interés le llamamos personalización de contenidos”.
Ahora bien, para poder personalizar las informaciones debemos conocer cómo se comportan los usuarios en una web de noticias. Es de especial interés tener en cuenta que suelen visitar estos lugares para actualizar
información, lo que constituye un
comportamiento más basado en la rutina que en cualquier otro fin. Es lo que, en
base al trabajo Análisis taxonómico de qué actividades en la World Wide Web impactan significativamente en las decisiones y acciones de la gente, desarrollado por los investigadores Julie
B. Morrison, Meter Pirollo y Stuart K. Card en 2001 para Xerox,
se denomina “monitoreo”.
Una vez en la página, y según el estudio Eyetrack07, el 77% de los lectores de periódicos
online leen el texto completo de la historia que se les presenta. Este
porcentaje desciende conforme la historia se va haciendo más larga. Con
anterioridad, en el Eyetrack de 2004 se demostró que los textos con párrafos
cortos recibían el doble de atención visual que aquellos con párrafos más
largos. Los estudios también evidencian que cuando se encuentra algo de interés
la lectura es más profunda.
Además, se sabe que los ojos de los
lectores online van en primer lugar al texto –no a las fotos o gráficas como
cabría pensar-.
Por otro lado, estudios como el Jupier Research o el Forrester Research, ambos
realizados por la empresa Akamai y a los que hace referencia Juan Carlos Camus en su libro 'Tienes 5 segundos',
sirven para llegar a la conclusión apuntada por este último autor de que cuando
un usuario visita un sitio web se pueden reconocer tres periodos que duran
cinco segundos cada uno:
1) El usuario escribe la dirección que intenta visitar o sigue un enlace
de otra página web y espera cinco segundos a que el sitio que lo recibe muestre
alguna reacción. Si el sitio no responde en ese tiempo, el usuario,
probablemente, lo abandonará.
2) El los cinco segundos siguientes el usuario espera estar leyendo los
titulares principales o el propio contenido y tomar la decisión de navegar por
el site.
3) En el tercer periodo de cinco segundos el usuario tomará la decisión
de realizar una acción (leer, seguir un enlace, imprimir, comentar…) o regresar
al buscador.
Jacob Nielsen, especialista en usabilidad |
Otro aspecto a tener en cuenta es la forma de lectura. La resolución
de las pantallas hace que ésta sea un 25% más lenta que si se realiza
sobre papel. Según Jacob Nielsen, la proporción de usuarios que leen palabra
por palabra es mínima: el 79% tiende a no leer “chorros de texto completo”; en
lugar de ello, escanean u hojean el texto y escogen palabras clave, oraciones y
párrafos de su interés. Esta teoría choca con los hallazgos del EyeTrack07,
donde también se afirma que las tipografías más grandes promovían el escaneo y
las más pequeñas incitaban a una lectura más profunda. Este mismo estudio
considera que un 53% de los usuarios son escaneadores y un 47% “metódicos” (los
que leen de arriba hacia abajo).
En una próxima entrada, seguiremos analizando el comportamiento del lector online con el fin de encontrar la estructura narrativa más eficiente.
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